5 lecciones de vida que nos enseñó Metal Gear Solid
Metal Gear Solid. Estas tres palabras impresas en negrilla, en color rojo en un fondo blanco, eran los elementos que conformaban la portada de este videojuego para su lanzamiento en occidente. Fue algo sutil, que no nos daba ninguna pista de lo que nos aguardaba en Metal Gear Solid y mucho menos que se convertiría en una obra maestra, no sólo para la consola PlayStation, sino para toda la industria de los videojuegos.
Antes del lanzamiento de Metal Gear Solid en 1998, el juego tuvo una gran campaña publicitaria, pero la duda seguía en pie: ¿Tendría éxito este proyecto excesivamente ambicioso?
Ciertamente, lo hizo. Metal Gear Solid cumplió hace poco 19 años desde su lanzamiento original en occidente y para conmemorarlo, hemos decidido discutir algunas de las verdades de la vida que este juego nos enseñó.
Metal Gear Solid nos dejó valiosas lecciones, ya fuera a través de conmovedoras relaciones entre los personajes del juego o recordándonos la futilidad de la guerra en su historia y a su vez, nos brindaba una experiencia única como ningún otro videojuego se había atrevido antes.
Aquí te dejamos con las lecciones que Metal Gear Solid nos enseñó sobre la vida.
La guerra es algo terrible
Aunque una y otra vez se ha comprobado que la guerra no es beneficiosa para nadie, esta continúa ocurriendo. Esa sensación momentánea de unidad que vincula a las personas afectadas, es eclipsada rápidamente por sus terribles consecuencias, como la muerte, el malestar social y la destrucción económica.
Y pensar que Liquid Snake quería crear un mundo donde el conflicto nunca terminara. Liquid Snake termina muriendo, pero la guerra continúa. (Y se convierte en un tema aún más importante dentro de la saga) ¿Algún día la guerra se detendrá? Nadie lo sabe. Pero es desafortunado que algo así sea un problema en todas partes del mundo.
Las amistades se forjan en los lugares más insospechados
Solid Snake se ve envuelto en una situación de la que no quiere formar parte y casi muere en múltiples oportunidades. En serio, casi es alcanzado por el cañón de un tanque, es electrocutado y torturado y se ve obligado a asesinar, todo para cubrir los errores del gobierno norteamericano. Pero al menos obtiene algo positivo de todo esto: una amistad.
Nuestro anti-héroe se hace amigo de Otacon, el científico de vejiga sensible que no tenía idea de qué iban a hacer con su creación: Metal Gear REX. En cierta forma, Snake no estaría en este predicamento de no ser por Otacon. Pero, la amistad puede encontrarse en cualquier lugar, incluso en el campo de batalla. Nunca sabes cuándo, o cómo, cierta situación te puede llevar a crear fuertes vínculos con otro ser humano.
El amor llegará en su momento
Así es, nuestro superespía cree que el amor puede encontrarse, incluso en el campo de batalla. Lo cual comprueba con sus interacciones con Meryl Silverburgh. Pero también vemos que esto ocurre con Otacon y sus sentimientos por Sniper Wolf. El amor es impredecible y puede aparecer cuando menos te lo esperes. Y cuando eso pase, estarás dispuesto a soportar miles de voltios de electricidad para que nada le pase a tu persona especial, como tuvo que hacer nuestro protagonista.
La empatía y la simpatía son grandes cualidades
La mayoría, si es que no todos los personajes de Metal Gear Solid, han tenido que superar situaciones inconmensurables. “Disparos, sirenas y gritos” fueron las canciones de cuna de Sniper Wolf en su niñez; Psycho Mantis al nacer mató, indirectamente, a su madre lo que llevo a que su padre lo odiara durante toda su vida y Gray Fox, era básicamente un conejillo de indias para los experimentos genéticos de la Dra. Clark.
El barómetro de las dificultades que estos personajes tuvieron que experimentar, es algo que no le deseamos a nadie y después de descubrir el pasado de cada uno de ellos, comenzamos a comprender por qué terminaron siendo así. Algunas de las cosas por las que pasaron estos personajes, no están demasiado lejos de los titulares que leemos a diario acerca de otras personas alrededor del mundo.
Si acaso, las problemáticas historias de los personajes del juego sirven para enseñarnos algo: todos somos diferentes y por lo tanto, quizás no sea fácil relacionarse con los demás, pero podemos mostrar compasión e intentar entender y superar estas diferencias.
El mundo es un lugar hermoso
Puede que suene como algo cursi, pero es cierto. (Solo vean la escena donde Solid Snake y Otacon o Meryl se dirigen hacia el amanecer en Alaska.) La vida puede ser difícil cuando estamos intentando solucionar nuestros problemas personales, además de escuchar a los problemas de nuestros familiares y amigos e incluso, al escuchar o leer acerca de los problemas de otras personas alrededor del mundo.
Es fácil verse abrumado por la negatividad y es fácil olvidar que hay mucho por lo que vale la pena vivir, incluso cuando parece que el mundo se nos viene encima. Sólo mira a Solid Snake: a pesar de todos las terribles cosas que se ve obligado a presenciar, él sigue buscando paz en su vida porque entiende que por cada cosa negativa que hay en el mundo, también hay belleza y felicidad.
Cuando te sientas triste, sal a caminar, visita a tus amigos o sólo mira un programa de TV que te ponga de buen humor. Y recuerda: lo mejor está siempre por venir.
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Precioso. Me quito el sombrero señorita
No he jugado los primeros juegos, solo el tercero de PS2. Y con este artículo me dan mas ganas de jugar la historia de los hijos del Big Boss.