Análisis: Transistor

Supergiant Games saltó a la palestra con Bastion en 2011, un juego que destacó por su diseño de escenarios y por ese narrador interpretado por Logan Cunningham. Tres años después vuelven a la carga con Transistor, un juego en el que toman algunos de los elementos más alabados de su predecesor sin permitir que eso le quite personalidad propia.

Los que vengan buscando un Bastion 2 es mejor que se quiten esa idea de la cabeza. Transistor es un juego muy distinto, en el que absolutamente cambia. Sí, se pueden ver algunos toques de Bastion en los combates o en el diseño de niveles, se nota sobre todo en la forma de hacer progresar al personaje e incluso Logan Cunningham vuelve a aportar su voz, pero las cosas han cambiado mucho.

Nada más comenzar el juego nos encontramos con un asesinato. Alguien ha intentado matar a la famosa cantante Red y un hombre desconocido ha muerto intentando protegerla, atravesado por una espada, la Transistor. Red toma la espada y comienza un viaje para acabar con las personas que intentaron asesinarla, un grupo conocido como la Camerata, que está detrás de el Proceso, que está destruyendo la futurista ciudad de Cloudbank y acabando con todos sus habitantes. Red no estará sola en su viaje. El alma del hombre que la salvó ha quedado atrapada en la Transistor, y desde ella le hablará y dará consejos. Es en este misterioso personaje atrapado en la espada en el que tenemos la figura del narrador, que vuelve a tener a Logan Cunningham dándole la voz. Esa figura del narrador cambia totalmente con respecto a Bastion. Si en Bastion llevaba buena parte del peso del juego, en Transistor se limitará a ser una figura que habla con Red y que suelta algún comentario complementario cuando leemos los textos informativos.

Nada más tomar la Transistor tenemos la primera oportunidad de luchar. En Transistor nos encontramos con un sistema de combate curioso, que tiene parte de rol sajarraja pero es, sobre todo, estrategia. Nos veremos encerrados en una zona de combate de la que no podemos salir, y habrá bloques blancos que podremos usar para protegernos de los ataques enemigos, pero al mismo tiempo pueden bloquear nuestros ataques. Tendremos la habilidad de congelar el tiempo, para escoger una o varias acciones que se realizarán justo después de volver a activar el tiempo. El nivel de dificultad de este componente estratégico no es muy elevado, pero sí llegará a ponernos las cosas un poco difíciles hacia el final del juego. La Transistor tiene un par de poderes básicos, e iremos consiguiendo más a medida que avancemos en el juego. Además, la espada puede subir de nivel, permitiéndonos desbloquear distintas habilidades que nos pondrán las cosas más fáciles en los combates. Las habilidades acaban resultando un punto muy importante con ciertos enemigos que tienen patrones de ataque o comportamiento distintos. Es una pena que a lo largo de las ocho o diez horas que dura el juego lleguemos a ver tan pocos enemigos. Se echa en falta una mayor variedad, aunque es cierto que gracias al componente estratégico del sistema de combate no llegaremos a tener situaciones realmente repetitivas, ya que la habilidad de Supergiant Games para presentar nuevos retos es más que destacable.

El combate de Transistor. Los puntos azules delimitan el campo de batalla, la línea azul indica el recorrido llevado a cabo por Red justo después de reactivar el tiempo y la flecha es una de las múltiples habilidades de la Transistor.

En el aspecto estético, Transistor resulta un cambio drástico con respecto a Bastion. Se vuelve mucho más oscuro y urbano y se aleja de la estética de muñecos cabezones para optar por una más realista. No se produce un gran salto gráfico con respecto al anterior juego, pero tampoco es que sea necesario. Los gráficos 2D son sobresalientes y es una pena que no haya más juegos que usen unos gráficos tan preciosistas como los de este juego o su hermano mayor. El aspecto sonoro es la gran joya de este juego. La banda sonora es simplemente soberbia, con Darren Korb de nuevo encargándose de la música y la Ashley Barret dándole voz a Red en varias canciones y algún diálogo en el juego. Canciones cuya letra guarda relación con la historia del juego, así que pequeña colleja para SG, ya que no aparecen subtitulados y la gente que no domina el inglés se va a perder un fragmento muy importante.

Hablando de la historia, este es probablemente el punto en el que más quejas he escuchado. Mucha gente critica que es muy compleja, con muchos nombres inventados como el Proceso, la Camerata o Cloudbank, pero lo cierto es que no es para tanto. Cualquier persona con una capacidad de lectura mínima podrá comprender sin ningún problema la historia de Transistor, y si estás leyendo esto sin problemas, podrás entender Transistor. Por cierto, en el aspecto de la historia es muy destacable Red, porque es esa figura femenina que tanto se ha pedido. Una mujer autosuficiente, embarcada en un viaje de venganza y de búsqueda de respuestas, y al mismo tiempo, no es una garrula. Es una artista de gran talento, lo cual se demostrará en más de una canción. Y todo esto sin enseñar chicha. Toda una lección por parte de Supergiant Games de cómo se hacen las cosas.

Transistor es, en definitiva, la reinvención de una fórmula. Es un juego muy sólido, que podrá darnos mucha diversión a un precio bastante ajustado. La posibilidad de una Nueva partida + estará disponible para aquellos que busquen un mayor reto, aunque, como ya ocurría con Bastion, esas personas encontrarán sus lugares favoritos del juego en ciertas pantallas opcionales del juego en las que se nos pondrán las cosas muy difíciles. Puede que esta no sea una experiencia que vaya a cambiarte la vida, pero es una experiencia muy agradable. Si jugaste a Bastion y te gustó, este es tu juego. Si jugaste a Bastion y no te gustó, dale una oportunidad a Transistor, porque la cosa cambia bastante y no sentirás que estás ante el mismo juego.