La imaginación, la magia del JRPG clásico
Desde siempre he sentido una atracción especial por los JRPG de la era de los 16 bits. Recuerdo cuánto me gustaron los que jugué en mi primera consola: Phantasy Star III y IV, Soleil, Light Crusader, The Story of Thor, Shinning Force… Quizás por eso siento devoción hacia los JRPG en 2D, un género que poco a poco se está perdiendo en consolas de sobremesa (PS2 fue el último gran exponente) pero que por suerte sigue vivo en las portátiles.
Como jugador tardío de los JRPG del catálogo de Super Nintendo, todavíaa día de hoy sigo descubriendo verdaderas obras maestras. Hay diferencias obvias entre jugar a títulos como Chrono Trigger, la saga Final Fantasy pre-VII, Secret of Mana, Terranigma o cualquier Dragon Quest en su momento a hacerlo 15 o 20 años después.
La primera es una cuestión de contexto. Cuando alguno de esos juegos salieron al mercado, otros ni siquiera se habían gestado y no había por tanto una forma de establecer comparaciones entre ellos. Otra diferencia es la calidad gráfica del videojuego, deslumbrante en su momento pero tosca a los ojos de un jugador de videojuegos moderno. También entra en juego el factor nostálgico, algo que considero necesario. Igual que ocurre con cualquier otro medio artístico, dependerá en gran medida de las circunstancias que rodean al momento de disfrutarlas para que tengamos mejor o peor recuerdo de ellas.
Sin embargo, y a pesar de las diferencias, no me cuesta nada sumergirme en el mundo de estas obras y puedo jugar a ellas como si fueran recientes. Hoy en día los videojuegos tienen la calidad gráfica suficiente para representar mediante animaciones cuidadas, texturas en alta resolución y CGI de calidad cinematográfica todo lo que el juego necesita transmitir. Gracias a los avanzados motores gráficos, el aspecto final de un título moderno no difiere demasiado de los bocetos sobre el papel que hacen los diseñadores artísticos al inicio del desarrollo.
Pero en la era de los 16 bits, la historia era distinta: ciudades preciosas tenían que ser representadas de forma isométrica, personajes de estética manga se convertían en muñequitos pixelados con ojos grandes y ningún tipo de expresión facial. En algunos juegos avanzados a su tiempo los personajes realizan movimientos con brazos, piernas o cabeza para transmitir algo de significado a las acciones que realizan, como abrir puertas o accionar botones, pero no era lo más habitual.
Por suerte el JRPG es un género en el que lo principal es la historia, los personajes y la mecánica de juego. Así que tenemos una trama más o menos interesante que seguir, personajes más o menos elaborados, sistemas de combate mejores o peores, pero lo que sí tenemos siempre es un entorno con una paleta de colores y en una resolución limitadas al hardware existente en el momento. Los huecos que faltan en el aspecto visual, según mi propia experiencia, los pone la imaginación.
Así como al leer un libro nuestra mente proyecta las imágenes que el texto evoca, con el aspecto gráfico de un videojuego de 8 o 16 bits ocurre algo similar. Siempre he imaginado a Frog, de Chrono Trigger, saltando por el escenario de combate y atacando con su espada de forma realista y no de la manera en que lo hace en el juego. O a los actores de la escena de la ópera en Final Fantasy VI representando fielmente la obra, gesticulando y cantando. Es curioso como en Phantasy Star IV (que rejugué hace unos días) a pesar de que las escenas “animadas” se hacen con una simple imagen mientras aparecen fotos de los personajes hablando, yo las recordaba como escenas de vídeo. Al ver de nuevo estas imágenes he comprobado que logran competir con las CGI de un juego como Final Fantasy IX en el objetivo de transmitir lo indispensable. Lo que recordamos es siempre lo importante: qué está pasando y no cómo está pasando.
Es la magia del JRPG clásico. Sus personajes, historia y mecánicas de juego perduran en nuestra memoria tal como son, pero los momentos más memorables y épicos de cada juego perduran tal como cada uno de nosotros los recordamos, tal como creemos que realmenteocurrieron. Y por eso, al menos para mí, descubrirlos hoy en día es una experiencia que supera, en muchas ocasiones, lo que ofrecen los JRPG más modernos.
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Chrono Trigger forever, muy grande ese frog; y oye, las animaciones de ese título están cojonudas, los golpes que hacen combinados son una auténtica pasada. Artículo muy de lagrimita, te faltó poner un ¡Ni no Kuni, haznos volver a sentir esto! XDDD
Y un placer leerte por aquí con temas como éste ;)
Sí señor, Chrono Trigger es uno de esos juegos adelantados a su época.
A Ni No Kuni yo también le tengo muchas ganas, aunque es un juego al que quizás se le estén exigiendo muchas cosas y más de uno es posible que quede decepcionado. Pronto lo veremos ;)
Esta semana estamos todos de los más imaginativos xD obviamente no puedo estar más de acuerdo con la opinión sigo pensando que la imaginación es un factor decisivo para todos los que seguimos gustando de los clásicos de los videojuegos, y precisamente me pasa especialmente con los jrpg.
Si dejamos a un lado la parte nostálgica (que parece que no pero que influye muchísimo en estas opiniones) los JRPGs antiguos, al igual que las aventuras gráficas, al tener unos gráficos reguleros y una jugabilidad simple se dedicaba un gran esfuerzo a la historia principal, a las secundarias, a los personajes y su evolución e incluso a la música que te absorbían por completo.
Hoy en día los gráficos es a lo que se le da prioridad, seguida de la música, por eso salen las patatas que salen hoy en día. No quiero decir que ahora no se hagan buenos juegos ni que absolutamente todos los juegos de antes fueran maravillas, pero en proporción creo que es así: muy bonitas a la vista pero sin profundidad alguna.
Yo siempre lo diré: Reflejaba más emoción esa conversación sin texto de los cavernícolas de Live a Live que todos los movimientos faciales, corporales y del pelo de una conversación en Final Fantasy XIII.
Un RPG no tiene que reflejar la realidad. De hecho, casi ningún videojuego la tiene que representar (Oh, qué realismo tiene el nuevo Call of Duty, me pegan 4 tiros, me espero y estoy como nuevo) así que esa obsesión por el apartado gráfico no debería ser la prioridad. Sí, está claro que lo primero que te entra por los ojos es la imagen, pero basta mirar casi todos los ganadores de los VGA de este año para comprobar que ese es un factor secundario.
La imaginación, contar una buena historia, tener a unos personajes carismáticos y coherentes, darle prioridad a lo que va a jugar el que tiene el mando por encima de lo que queremos enseñar… Esos son algunos de los elementos que hacían tan especiales a los RPGs de esos tiempos que se está perdiendo en muchas compañías. Elementos que se intentan copiar en juegos indie de esos de “estilo 16 Bits” y la mayoría falla estrepitosamente por quedarse en la fachada.
Esperemos que muchos de los títulos anunciados para este año nos devuelvan a la esencia de los JRPG de antaño, que hay muchos con MUY buena pinta. ;)
Empecé a jugar a los rpg´s bastante tarde, ya que no fue hasta que tuve la ps2 cuando me inicié con el FFX. A raíz de eso, he estado jugando a muchos e, incluso, más antiguos y sí, son muy buenos. Sin ser una experta, yo misma noto que, actualmente, se le da mucha importancia a los gráficos, de hecho, los rpg´s que he jugado de la ps3 no han llegado a engancharme tanto como otros rpg´s de otras plataformas anteriores.
En definitiva, estoy de acuerdo con tu artículo y, es más, no solo lo pienso de los rpg´s sino también de muchos otros juegos clásicos del género plataforma y aventuras gráficas, los clásicos ganan en imaginación ^^
La PS2, esa consola para la que dentro de unos años todavía tendremos juegos pendientes… ¿habrá una consola con tantos JRPG -y de tanta calidad- en la historia?
Creo que tras leer esto me viene un poco a la mente el FF tactics Advance, es un poco una alegoría, como los protagonistas empiezan a leer un libro sobre Final Fantasy y al día siguiente están “inmersos” en ese mundo de fantasía y de juegos, creo que es una analogía de lo que tendría que ser un poco los JRPG, RPG o cualquier juego, grandes historías como si te encontrarás ñeyendo un libro.
Muy de acuerdo con el articulo.
Es muy interesante lo que has puesto, sokomizer. Aunque lo hayas centrado solo en la generación 16-bit. La constante en el mundillo es evolucionar los gráficos para ofrecer experiencias más completas, pero no sé yo vosotros si lo véis igual que yo, pero más que valorar lo que tienen, irracionalmente me lleva más a lo que les falta para ser realistas. En cambio, una estética alternativa y clásica como los 8-bit o los 16-bit o incluso si apuramos la primera generación 3D era jugar con la imaginación del jugador y someterlo a aventuras mágicas: es un estilo imperecedero.
Well played, sir. Buen artículo.
A mí también me pasa, en los juegos mal llamados “realistas” suelo fijarme más en los detalles que hacen que se queden en un “casi”. Aunque por suerte en esta generación hay muchas propuestas con estéticas alternativas.
Bonito artículo, yo también disfruto de los juegos sin importar de sus gráficos, porque antes de eso hay cosas que son más importantes, como el gameplay, la historia, la música, en fin, el viajar al mundo y aunque sabemos que es un juego indagar y formar parte de ello por algunas horas. Los gráficos sí importan, pero mientras haya creatividad cualquier título puede llegar a ser una obra que recordaremos siempre.
Bueno, la verdad se que el puro arte pixelado de los 16 bits es algo que perdurará como un ejemplo de como se pueden bordear las limitaciones técnicas de una consola para coseguir inmersión. Sin embargo, creo que esa época está sobrevalorada: los RPG de 32 bits tienen la misma calidad y superan esas limitacinoes técnicas.
al estar limitados en la plasmación de las ideas en una nes o supernes se le asignaba un papel más activo a la imaginación del jugador. es una cuestión muy tratada en la lucha entre nintendo y sony, pero un personaje con gorra y bigote mal pixelado tiene mucho más carisma que los calvos hipermusculados realistas actuales.
quiero decir que un videojuego busca integrarte en la trama y es más fácil si tu mismo acabas de crear el mundo que si te lo dan masticadito.
y quien no lo crea que emule un dq o el chrono trigger y luego pruebe con the last story.
Yo siempre he dicho que los RPG modernos están perdiendo esa “magia” que antaño estaba más presente. A veces parece que los gráficos harán mejor a un juego, y se olvidan que algunas sagas ya eran aclamadas antes de que el concepto “buenos gráficos” se popularizara como un requisito imprescindible para ciertos sectores de jugadores.
Muy buen artículo. Has conseguido transmitir lo que le intento explicar a mis amigos cuando me ven jugando al FF-VI o al Grandia (GRAN JRPG en mi opinión), pero esa nostalgia de la que hablas es la clave para disfrutar estos juegos. Hoy en día me decepciona ver el FF-XIII que solo engancha a los “Graphics Whore”, que no exigen NADA de libertad, hay que ir de A a B casi durante todo el juego, más lineal imposible. La prueba de que los RPG están de capa caída. Ya tengo el NI NO KUNI reservado en edición coleccionista, ojalá que no decepcione :)
Yo rejugué hace poco el FF-VI en la PSP y me pegué semanas para pasármelo con todos los extras, es algo inimaginable hoy en día.
Enhorabuena por tu artículo, da gusto leer algo así en los tiempos que corren.
Buenísimo el Grandia :-) Fíjate si es importante la nostalgia, que nos hace rejugar títulos como FFVI o Grandia, no por el juego en sí, sino simplemente por volver a sentir lo que sentimos hace años con ellos. Y a ver qué pasa con Ni no kuni, estamos todos los fans del RPG muy exaltados y ¡queda poco más de una semana!. Pronto sabremos si se convierte en uno de esos juegos clásicos que inviten a la nostalgia.